domingo, 27 de enero de 2013

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La negación del apóstol Pedro

Lucas 22:34 Y él (Yeshua Mashiaj) le dijo: Pedro, te digo que el gallo no cantará hoy antes que tú niegues tres veces que me conoces. Simón, después llamado a ser Pedro, piedra, precisamente por la declaración que hace al ser preguntado juntamente con el resto de sus amigos y discípulos de el Mesías , sobre si quién creían ellos que era Yeshua. Ninguno de los discípulos supo dar la respuesta, pues lo que ellos respondían era sobre la opinión de otros no de ellos mismos y Yeshua, quería saber lo que opinaban ellos en concreto. El único que dio la respuesta, lleno del Espíritu fue Simón, debido a esa certera respuesta su maestro, le cambia el nombre y le llama piedra, por que sobre esa piedra se iba a construir la verdadera iglesia. La Iglesia Católica y Romana alardea y confunde argumentado que ello quería decir que Pedro fue instituido como el sucesor de Cristo en la tierra y que así es como fue el nombramiento del primer papa. Realmente así no fue ni es, Pedro es piedra sobre la confesión de que el Mesías es Dios y hombre en el estado puro en el momento en que se encuentra Ysehua en ese momento de la misma declaración de Pedro, esa declaración es permanentemente y debe ser permanente en todo aquel que pertenece a la Iglesia del Mesías. Esa declaración de Pedro es la piedra o fe sobre la cual se edifica la Iglesia. La fe que declara a través del espíritu de que el Mesías sigue siendo el mismo durante todos los tiempos, que fue ayer Dios y Hombre y vivo y peregrino actualmente entre la humanidad como un hombre más de incógnito, para una vez culminada su segunda visita, pues la primera ya la hizo al ser asesinado y crucificado en la cruz y la segunda es la que sigue después de haber resucitado, transcurridos los casi 2000 años, manifestarse públicamente al mundo desde su sede, no Roma, sino Yersusalaim. La cuestión sobre la negación de Pedro tres veces sobre la conocencia del Mesías, es un símbolo sobre la duda y miedo a decir públicamente que Dios es a la vez hombre. ¿Cómo es posible que un ser tan humilde como lo es cualquier imagen de un hombre comparada con la magnificencia de un ser Tan Grande como lo es Dios pueda residir en un hombre de 1,65-68 metros y a la vez ser inmortal durante 2000 años? El admitir eso era y es hacer el ridículo, sobre todo para la concepción tan distinta que se tenía y que hoy también se tiene. Pues a pesar de ser ridículo, la verdad es inalterable. Y la debilidad a hacer el ridículo cuando algo es tal cual, debe de obviarse. Jamás se debe negar lo que es evidente pese al que le pese, aunque para ello tengamos que perder la vida, al menos lo haremos por una causa que merece la pena, no como el torero que se pone delante de un toro para adquirir más posesiones materiales o como el que corre en Fórmula 1, o como el que escala el Everest o como un albañil al caerse de un andamio, o un ciudadano de a pie que es arrollado inexplicablemente por un automóvil y vilmente muerto en plena calle, mientras el coche que lo arrolló desaparece en la noche oscura de una calzada. La vida la debemos dar si es preciso por causas que suman a hacer al hombre lo que es, hecho a la imagen del Mesías, YHWH. Ello significa dignificar más a nuestro Ser Creador YHWH, el Mesías, Yo Soy EL QUE SOY dirás al Faraón el que te envía, el que nos envía al Faraón actual, el actual sistema e imperio que gobierna el actual mundo. Ramon Mariscal i Parella.