viernes, 16 de septiembre de 2011

La crisis de la fe.

Actualmente vivimos en la época en la que hay una carencia total de todo. Los valores morales están por los suelos, los valores espirituales están ausentes, los valores hablando en términos bancarios están al mínimo, no hay empleo y hay millones de parados en el mundo occidental eso sin contar el hambre que acecha a África y la miseria que acecha a Sudamérica.

Todo tiene en cadena una repercusión. Primordialmente por la ausencia de esos valores espirituales. La pobreza de recursos materiales es la causa de la ausencia de los valores espirituales. Una familia que funciona unida por los valores espirituales, no carece en su casa de los productos esenciales y materiales para vivir.
Los pueblos de la actualidad han abandonado lo espiritual. Se han dejado seducir por lo que les ha ofrecido este mundo de fantasía y a cambio han sacrificado su propia identidad. Si buscamos culpables, gran parte de culpa la han tenido los actuales gobiernos, que por tal de ejercer más control y más poder han ofrecido unas "ventajas" que con el paso del tiempo se han convertido en desventajas. Leyes que favorecen el aborto, leyes que permiten el mal llamado "matrimonio" homosexual. Leyes que fomentan la promiscuidad como la venta de fármacos que funcionan para evitar la fecundación. Las mismas son aceptadas popularmente, desconociendo los resultados que todo esto acarrea a la sociedad como familias desestructuradas, juventud sin futuro y sin ningún tipo de preparación profesional y universitaria.
Por otra parte las religiones de la cristiandad han querido hacer el agosto a costa de Dios y de su Hijo y se han enriquecido y lo siguen haciendo cayendo en la trampa de todo vicio sin dar el verdadero ejemplo que supuestamente merecen darlo por lo que en realidad dicen ser lo que son: "Representantes de Dios en la tierra". Una verdadera falacia. Ya no convencen a nadie a menos que alguien quiera vivir engañado y feliz con serlo.
Es decir, las ovejas andan desperdigadas sin ningún pastor que las oriente tanto en lo político como en lo religioso, pero no queda eso ahí, los actuales pastores, han esquilmado tanto a las ovejas que ya no les queda lana.

El mundo se ha quedado sin fe y eso provocara el caos al que como un tren sin frenos en una pendiente va cayendo hacia el precipicio.

Ahora es el tiempo indicado para saltar de donde sea para no despeñarse y así evitar lo inevitable. Cada cual se haga un examen de conciencia.